Uno de ellos fue el detective privado Jaime Contreras Igurrocoitxea, medio andalúz medio vasco, era un fumador empedernido, desconfiado y paranoico que había consagrado su vida en la lucha contra todo lo paranormal y cualquier amenaza hacia la humanidad. Trabajando con su pequeño grupo de amigos logró resolver varios casos y castigar a los malvados mientras su cordura y su vida personal se iba poco a poco por el sumidero y se dedicaba cada vez más en cuerpo y alma a la causa de proteger a la humanidad. Lo he llevado durante muchos años en una sucesión de campañas de MDT 4º y lo mejor que tenía, es que era totalmente humano, y contaba solo con su astucia, su voluntad y su fiel Colt Peacemaker.
Otro de ellos fue Jargoo el Magnífico, en Dungeons and Dragons 3.5 en el Escenario de Campaña de Warcraft. Era un chatarrero/guerrero goblin caótico bueno, que a pesar de estar como una regadera, siempre acababa sumándose a las causas más nobles, aunque por los motivos más idiotas en su particular manera de pensar. Todo lo que tenía de pequeño lo tenía de valiente y afrontaba con dos revólveres en cada mano fabricados por el mismo cualquier problema. Recorrió todo Azeroth con sus fieles y buenos amigos resolviendo entuertos y combatiendo los peligros que amenazaban a las buenas gentes, independientemente de que fueran de la Horda o de la Alianza, derrotando además a unos pocos nigromantes. Lástima que solo llegase a nivel 7. Pero estoy deseando retomar sus aventuras.
Luego estaba Gonzalo Ruíz de Figueroa, un capitán de las Fuerzas Aéreas de la República Española, que se había enrolado en la expedición Starkweather/Moore, en calidad de piloto, aportando su veteranía en la Guerra de Marruecos y ser uno de los aviadores más notables de las alas hispanas. Era un hombre feo, de carácter fantasioso, un poco desvergonzado pero en el fondo buena persona y estamos deseando terminar esta campaña de Cthulhu, para ver cual es el destino de este buen hombre ante el horror incognoscible.
Otro que podemos encontrar es también en Cthulhu, es Albert J Avary, un periodista y novelista de éxito internacional, borrachín y fumador de habanos empedernido, maleducado, 100% estadounidense, chapado a la antigua, pero con cierto encanto. Este reputado escritor empezó y culminó con éxito la búsqueda del Simulacro de Sedefkar en la campaña de Horror en el Orient Express junto con unos completos desconocidos que acabaron siendo sus mejores amigos y en una campaña en la que además de salvar a la humanidad, conoció el amor de su vida. Ahora este periodista vive retirado con su flamante esposa en su piso de la 5º Avenida de Nueva York, se ha pasado de la novela histórica y el relato periodístico a la ficción, pero su hijo Albert R Avary, se ha visto embarcado en otra peligrosa aventura relacionada con Las Máscaras de Nyartlathotep.
En Hombre Lobo: Edad Oscura, llevé durante muchísimos años a Highlander el Bravo, un Fianna Galliard homínido, escocés por supuesto que lideró con sabiduría y honor a su manada y combatió a las fuerzas del Wyrm con gran valor, llevando a la derrota a muchísimos de los esbirros del Wyrm y dándoles muerte
Ya en Cyberpunk tenemos a Yuri Valerinovich Andropov, un ex Spetnaz soviético, emigrado a Night City, dónde se emplea como asesino a sueldo, resuelve problemas y principalmente como guardaespaldas y mano derecha de la criminal Paola Pingoliani. Es bastante bien educado, amante del teatro kabuki, ha abandonado el vestirse de chandal por los trajes de chaqueta, tenía la cara desfigurada y se ha puesto un rostro nuevo, así como bastantes implantes y su fiel Kalashnikov. Uno de los tipos más duros de Night City y con los que no te gustaría encontrarte de noche por la calle.
Luego en Pendragón tenemos a Sir Druso Nonius, caballero de la corte de Uther Pendragon, que luchó a su lado para colocarlo en su legítimo trono, usurpado por Vortigen. Junto con su mejor amigo Valiant, restauraron a Uther en el trono, expulsaron a la Reina Maab que mediante un conjuro quiso poner a otro traidor y finalmente ahora luchan por velar su justicia como Alto Rey de Brittania, a pesar de sus muchísimos desvaríos y que su virtud ha quedado diluida y se aproximan tiempos turbulentos para Brittania, ahora junto a su buen amigo Valiant y su nuevo amigo Con´an deberán luchar por el bienestar de Brittania.
Por último para destacar tenemos en 7º Mar a dos de los personajes más entrañables que he tenido jamás. Se tratan por un lado de Enrique Zepeda, mi homenaje a Indiana Jones en este juego, un historiador que usaba la escuela de látigo Zepeda y empuñaba una pistola de triple cañón. Recorrió toda Thea con sus amigos Giusseppe Scogna y Karl Von Gotkintchen luchando contra los malvados. Ayudaron a restablecer al Alto Rey de los Vesten, se escaparon del mismísimo palacio de L´Empereur, lucharon contra los horrores oscuros de los bosques, expulsaron al ejército de Montaigne de Avalon y armaron a los bandoleros de Castilla en su lucha contra Montaigne.
Y el otro personaje no es ni más ni menos que Gustav Anderssen, un estirado gentleman Vendelio, miembro de la escuela Rasmussen, ex mercenario que sus aventuras como pj empezaron, cuando se disponía a disfrutar de su retiro en su recién heredada propiedad y título de Lord Drakenheim y dónde sus problemas justo acababan de comenzar. Teniendo el título asociado una hipoteca bastante importante. De esta forma comenzaba la campaña de Las Vistas de Freiburg, la cual culminó mi pj junto con sus amigos y aliados con éxito y con un final sorprendente. Gustav Andersen, al tener su título y saldar sus deudas, se dedicó a mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la ciudad, a roturar y reparar las tierras de cultivo y a maniobrar políticamente para hacerse con el control de la ciudad por que su Principe de Hierro se dedicaba simplemente a escribir filosofía dejando la ciudad a su suerte. Finalmente Possen puso cerco a la ciudad por sus enormes riquezas de Drachenaisen, un preciado mineral con la facultad de hacer armas irrompibles. Andersen y sus amigos vencieron a las fuerzas de Possen, la cual resultó muerta cuando debilitada tras un duelo, una salva de artillería sesgó su vida. Al ver la situación como estaba el Principe de Hierro se quitó la vida, y Andersen como noble principal y dueño de la mina de Drackenaisen que provocó la guerra y según las leyes de Eissen se promulgó como Principe de Hierro. Tras la victoria comenzó su reinado, tratando de ser lo más recto posible e introduciendo reformas democráticas para darle libertad y autogobierno a las gentes de Freiburg y dejarles en sus manos una ciudad estable, retirándose como aventurero.
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