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jueves, 15 de mayo de 2014

Reseña de Cuentos de Tokio

Llevo tiempo sin escribir, muy mal hecho por mi parte. Pero he estado ocupado, es lo que tiene la vida. Hoy he visto una película que me ha tocado el alma. Una película que es tan bonita y tan bella como lo puede ser la vida misma. Y no, no es que yo haya estado falto de buen cine en este tiempo. Pero la cinta Cuentos de Tokio tiene la sutileza de mostrarte lo que es vivir. La vida cotidiana y la mentalidad diaria de las personas. La cinta en cuestión va sobre una pareja de ancianos que viajan a la capital nipona a visitar a sus hijos. Allí se nos mostrará las brechas generacionales, el fracaso de una sociedad tras la derrota por su gran apuesta bélica. Cuentos de Tokio nos muestra el distanciamiento entre padres e hijos, una sociedad herida. Enfocada en el trabajo y que asume las reponsabilidades laborales antes que las familiares. La cinta es lenta, nos muestra también las diferencias entre un entorno provinciano y un entorno en una metrópolis. Es una película sútil, donde los diálogos dicen más de lo que cuentan. Donde un travelling se asemeja a una lágrima. Donde vemos el orgullo mezclado con la decepción de los mayores.

Y creo que no puedo decir más de esta cinta. Se que es una película dificil, que no es comercial, que es lenta. Pero con un poquito de sensibilidad, con la mente abierta puede llegar albergar grandes emociones. Una película que en cuanto piensas en ella, te das cuenta que su director Yasujiro Ozu filmó la vida, tal y como es. Con sus penas y sus alegrías, con los éxitos y fracasos, con las frustraciones y las circustancias de cada cual. Cuentos de Tokio es vivir, es arte, es poesía visual. Es CINE, con mayúsculas.

Por ahondar en el drama humano, por ser un estudio etnográfico espectacular, por retratar una época y una sociedad. Por esos interiores. Por filmar una familia como si se hiciese con una cámara oculta. Por esos sentimientos reprimidos, por esa abuela ignorada por su nieto pequeño que juega con las plantas. Por los trenes y los barcos que parten hacia diversos destinos. Por la brecha entre generaciones, donde siempre los de antes se ven mejor que los de ahora. Por que se me saltan las lágrimas redactando este texto.

La recomiendo, si eres persona en general.