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domingo, 1 de diciembre de 2013

Reseña de Skyfall

Hoy acabo de volver Skyfall, la que considero una de las mejores cintas de acción de todo los tiempos y de las películas más memorables del agente 007. Mucha gente me puede tildar de blasfemo y esas cosas por apuntar que la más reciente es la que me parece mejor, pero deberían saber que soy un erudito en 007, que he visto todas las películas varias veces, incluyendo el Casino Royale del 56 de la televisión estadounidense y Nunca digas nunca jamás. A excepción de Skyfall, tengo todas las películas en DVD, he leído casi todas las novelas del agente y creo que me faltan solo dos de las escritas por Ian Flemming para tenerlas todas en papel. Así mismo tengo el juego de rol que sacó en España Joc International allá por principios de los 90, junto con sus dos ampliaciones, varios libros dedicados a 007 como espía y muchísimos de sus videojuegos originales.


Tras toda esta erudicción sobre el mundo de Bond, y sin desmerecer a los excelentes precedentes que tiene el señor Craig, me quedo con su actuación y con esta última película ¿por qué? ahora lo vamos a ver.
Skyfall tiene un tono crepúscular bastante romántico, en el buen sentido, que me enamora bastante, nos encontramos a un James Bond herido, viejo, que se mueve por su mezcla de instinto, astucia y buen hacer en el oficio de espías, el cual se le ha dado por muerto y se ha perdido una lista con todos los agentes de la OTAN infiltrados en organizaciones terroristas. M, interpretada desde Goldeneye por Judi Dench, se la muestra anciana, pero a la vez desafiante, dura, una espía de la vieja escuela que se enfrenta al dilema de su jubilación debido a la crisis de la pérdida de archivos.
El MI6 sufrirá entonces una serie de atentados que desestabilizarán toda su estructura y que huelen a un personaje del pasado, que vuelve con gran venganza y resentimiento por crímenes que sufrió en el pasado.

El director Sam Mendes, con una genial banda sonora a cargo de Thomas Newman, compone un thriller de espionaje de sabor clásico irresistible, donde no solo se dan las típicas situaciones propias a 007, si no también unas brillantes escenas de acción con un sentido del ritmo espectacular y con momentos de persecución e intrigar que huelen a los mejores Le Carre o a Forsyth. Mendes parece reconciliarse con el pasado de la saga, de los que parecieron alejarse Campbell en Casino Royale y Foster en Quantum of Solace. Y a Sam Mendes la pirueta le sale genial, consigue un sobrio thriller de espionaje con el aroma de los mejores 007. Con una excepcional Judi Dench que se come la pantalla esa sola y con Javier Bardem demostrando lo bien que sabe hacer de villano. Así mismo la cinta nos presentará un buen elenco de carismáticos secundarios que ayudarán a 007 en su afán, siendo estos el joven y nuevo Q, la agente Eve que reservará una sorpresa al final de la cinta, el sempiterno Turnner que era un personaje habitual y que había sido dejado de lado en las últimas cintas, Kincade, el guardés de la casa familair de James Bond y sin olvidar a Gareth Mallory, interpretado por Ralph Finnes, otro persoaje que nos dará una sorpresa al final.

Del impecable apartado técnico, destaco la fotografía de Roger Deakins, pues la usa magistralmente a cada toma y con una coloración diferente dependiendo del lugar o del momento que quiera destacar, haciendo que la cinta tenga momentos de gran epicidad y posteriormente momentos de gran introspección e incluso el Bond más intimista. Mendes además filma de forma bastante limpia las secuencias de acción y las peleas, el director de Camino a la Perdición, se reafirma como un genial director en esta gran entrega de 007 y es una alegría que seguirá formando tandem con Craig para la que fuera la película nº24 de James Bond.

En resumen, este Bond es una vuelta a los orígenes, con su sentido del humor más irónico imposible, es un puñetazo en la mesa que reivindica el género de espías y el personaje creado por Ian Flemming y que además fue premiado en los BAFTAS británicos con el mejor film británico y mejor banda sonora, recibiendo además dos Oscars por el genial tema de Adele "Skyfall" y por sus efectos de sonido, cabe decir que este fue ex aqueo con La Noche Más Oscura de Katherine Bigelow.

Recomiendo esta cinta para todos los amantes del cine de acción y de los thriller, así mismo, también destaco de la película la enorme secuencia del principio, la preparación de la batalla final y la propia batalla en si, sin olvidar la persecución en el metro o los paisajes que nos muestra de Estambúl, Shangai, Macao, Londres o el páramo de las Highland. El círculo se cierra y al fina solo queda Bond, James Bond en sus 50 años de Historia como personaje fílmico y 60 como personaje literario. Que dure por los menos otros 50 o así y yo que los vea.

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