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sábado, 26 de abril de 2014

Reseña de Las Brujas de Zugarramundi

Ayer por la noche vi Las Brujas de Zugarramundi y la verdad es que aunque bien hecha y muy divertida, no me convenció. Demasiada misoginia en barra y con ese tipo de cosas no puedo. No se si Alex de la Iglesia pretendía hacer una parodia de los roles de género y usarlo a modo de denuncia o si simplemente ha rizado el rizo con los estereotipos de la lucha de sexos. Tengo realmente sentimientos muy encontrados con esta película. Me encanta su ambientación lovecraftiana, me encanta la calidad de sus escenas de acción. Me encanta que un producto de 6 millones de euros sea una cinta con grandes dosis de acción y muy bien filmada. Me encanta que en España se atrevan a realizar películas que no son la típica comedia de sal gruesa o el típico dramón y me parece muy interesante esta particular versión de Abierto hasta el amanecer de Robert Rodriguez a la dirección y Quentin Tarantino al guión.

Pero el mensaje de las mujeres que van por libre, que solo quieren hacer su vida y tener los mismos derechos e ir contra los privilegios, resulta que son todas unas brujas, me parece muy mal. Y que para ello se use la excusa de los divorcios como herramienta y arma para desmontar y atacar todo el movimiento feminista, hace que me sea muy dificil que termine de gustarme la película. Lo siento pero no puedo con ello.

Y no es que el esquema de aventura que plantea Alex de la Iglesia sea malo. De hecho es un gran esquema y un gran guión. Está visto si, pero da igual, lo que importa es como lo cuentes. A fin de cuentas grupo de atracadores que huyen con el botín y luego se topan con una situación de riesgo (paranormal en este caso) que les pone a todos en peligro y deben cooperar es un esquema que a John Carpenter le funciona muchas veces. De hecho es un gran esquema, el de crear equipo y en conjunto resolver las dificultades. Pero a fin de cuentas, si yo me hubiera encargado de hacer la cinta, la habría titulado El Akelarre de Zugarramundi, enlazando así con el único proceso inquisitorial sobre brujería que ha habido en España, y que posteriormente el Santo Oficio investigó y analizó las irregularidades y teniendo en cuenta la época y la mala fama de la inquisición, de casi 200 acusados, solo murieron 6 personas. Si suena dura, y de hecho es duro, pero comparemos con las cacerías de brujas del resto de Europa o con el famoso caso de Salem, con procesos de centenares de personas quemadas. Y en el caso español es la excepción este caso,  no la norma. La Inquisición siempre fue un arma política para defender intereses de la corona y controlar el grueso de cristianos viejos frente a desviaciones hacia el luteranismo, islamismo o judaismo.  No se persiguió la brujería por que el Santo Oficio afirmaba que eran tonterías y que no existían.

Volviendo a la película, y como la habría realizado yo y ojo a partir de aquí hay Spoiler. Primero, la hubiera titulado el Akelarre de Zugarramundi, hubiera hecho que en vez de un hombre divorciado y su colega, sea una familia en paro la que decide pegar el palo. Quizás que uno de sus acompañantes sea una chica y que la traición al Akelarre por uno de sus miembros la haga un chico. Está bien que sea una villana. De hecho eso es algo original, simplemente hubiera puesto entre el Akelarre una gran diversidad de sectarios adorando a Shub Nigurath y que el grupo de atracadores, incluso uniéndose a los policías que les persiguen tengan que hacer frente a los sectarios y que la cinta de un giro pero muestre la unión de las personas contra quienes pretende destruir el mundo. Y no una charada de hombres contra mujeres.

Aquí se acaba el spoiler. Pero eso me toca la huevada y mucho el tema de guerra de sexos. No hay guerra de sexos, hay humanidad que tiene que convivir y trabajar codo con codo. Y por desgracia la mitad de esa humanidad está condicionada por una serie de privilegios que se han ido conformando a lo largo de los años y que ya es hora de solventar, atajar y eliminar. Por eso me siento decepcionado con esta película. Si decepción es la clave. Por que podría haber sido una gran cinta de horror lovecraftiano, donde un puñado de desgraciados puteados por la crisis tienen que hacer de improvisados héroes y salvar a la humanidad, acaba siendo una machada pura y dura.

Desconozco cual era la intención de Alex de la Iglesia. Y quiero creer que es una burla lo que ha pretendido hacer, pero creo que el horno no está para bollos como para hacer las cosas de esta manera. Posiblemente me pongan de vuelta y media con esto. Pero creo que es una realidad que hay que evidenciar. En verdad es fácil crear historias de acción y aventuras (en sus múltiples variantes) con personajes femeninos en roles protagónicos y con roles importantes. Eso no le va a restar calidad a la obra y además lanzas el mensaje de conciencia por la igualdad. Pero en fin esto es con lo que nos encontramos. Una pena. Eso si lo que más me ha gustado de la película es la aparición de Carlos Areces y Santiago Segura.

1 comentario:

  1. En general, estoy bastante de acuerdo. Yo la empecé con bastantes expectativas y, de hecho, me estaba gustando mucho hasta más o menos la mitad, en que empieza a mezclar Escenas de matrinonio con cuatro topicazos sobre brujas (las caníbales de los cuentos, la magia new age, la inquisición, las satánicas, el "empoderamiento femenino"...). Con la Venus de Willendorf de cuatro metros se le termina de ir la pinza. La termina de cualquier manera, sin mucha lógica. Y la moraleja parece ser que las mujeres son un asco pero algunas estan buenas...

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